No sé si leí este cuento, ni recuerdo tampoco si me lo contaron, o si lo soñé quizá en alguna de esas noches de pesadillas y de insomnios, en que la imaginación emprende viajes, semejantes al de De Maistre alrededor de las paredes de su cámara.
Es lo cierto, que allá en los tiempos de Mari-Castaña, reinaba en la Arabia Feliz el rey Bertoldo I, llamado el Grande por ser el más gordo de los monarcas de su dinastía. Era su real Majestad un grandísimo haragán, que pasaba la vida tendido a la larga, fumando hachisch y Latakia, mientras sus esclavas le espantaban las moscas con abanicos de marabú, y sus esclavos le cantaban al son de añafiles y chirimías en lengua del Celeste Imperio:…
Porrita, componte – Padre Luis Coloma
La noticia de que señá Juana iba a contar un cuento corrió con la rapidez de una chispa eléctrica, y cuanto chiquillo pelón rompía calzones y lucía churretes en cuatro calles a la redonda, acudió presuroso al Corral de los Chícharos, domicilio de la vieja. Ésta, sentada en el poyo de la puerta, vio venir la granizada con vanidosa sonrisa, paseó una mirada satisfactoria por el inquieto auditorio, rascose dos veces con la aguja de hacer calceta, y poniendo de nuevo sus dedos en movimiento, comenzó así:…