El ángel desde dentro – Leopoldo Alas Mínguez
Desangelados, sin alas, sin brillo,
en las brasas de los últimos fuegos.
Así hemos llegado a creernos,
avanzando entre el lodo como vehículos
sin ruta y sin pasajeros.
…
Desangelados, sin alas, sin brillo,
en las brasas de los últimos fuegos.
Así hemos llegado a creernos,
avanzando entre el lodo como vehículos
sin ruta y sin pasajeros.
…
qué hago yo con toda esta primavera dentro
si miro fuera y ahí está el otoño con sus hojas caídas y esa niebla gris y fría
qué hago yo
y cómo disimulo estas raíces pujantes en mi vientre
estas flores que casi me rebosan la camisa
…
Cuando mi blanda Nise
lasciva me rodea
con sus nevados brazos
y mil veces me besa,
…
ME la están refregando, alguien la aclara.
¡Yo que desde aquel día
la eché a lo sucio para siempre, para
ya no lavarla más, y me servía!
…
Y porque estamos solos empezamos un verso.
Porque sentimos frío acercamos las manos
al calor de unos seres imposibles y bellos
que nos prestan sus ojos para observar el mundo.
…
(Estudio de escritor. Mesa de gran tamaño. Estanterías llenas de libros.
Puerta al fondo entreabierta. El personaje camina de un lado a otro del escenario.)
Que alguien recomponga los jarrones
rebosantes de rosas.
Necesito más luz
sobre el brazo desnudo que ahora escribe.
Los libros, que se vean desde todos los ángulos.
…
Mientras haya
alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño,
otra mañana que empieza.
Mar con olas trajineras
—mientras haya—
…
Cuando tu cuerpo es nieve
Perdida en un olvido deshelado,
Y el aire no se atreve
A moverse por miedo a lo olvidado;
Y el mar, cuando se mueve
…
Alto soy de mirar a las palmeras,
rudo de convivir con las montañas…
Yo me vi bajo y blando en las aceras
de una ciudad espléndida de arañas.
Difíciles barrancos de escaleras,
calladas cataratas de ascensores,
¡qué impresión de vacío!,
…
Tántalo en fugitiva fuente de oro.
Quevedo
Cuerpo de la mujer, río de oro
Donde, hundidos los brazos, recibimos
Un relámpago azul, unos racimos
De luz rasgada en un frondor de oro.
…
Imagen alta y tierna del consuelo,
aurora de mis mares de tristeza,
lis de paz con olores de pureza,
¡premio divino de mi largo duelo!
…
Poema en castúo.
Señol jues, pasi usté más alanti
y que entrin tos esos,
no le dé a usté ansia
no le dé a usté mieo…
¿Qué tendrá la hija
del sepulturero
que con asco la miran los mozos,
que las mozas la miran con miedo?
Cuando llega el domingo a la plaza
…
¡Qué revuelo!
¡Aire, que al toro torillo
le pica el pájaro pillo
que no pone el pie en el suelo!
¡Qué revuelo!
…
Ahora sé
que estas calles nos han hecho solitarios
y nuestro corazón
tiene el pulso amarillo
de las maderas lentas de un tranvía.
…
A Leopoldo Panero
¿Adónde va esa mujer,
arrastrándose por la acera,
ahora que ya es casi de noche,
con la alcuza en la mano?
…