Esta es una traducción libérrima al español (de España) del famoso poema de Iván Díez y sólo la he hecho porque un español, aunque acabe entendiendo lo que quiere decir el poema en lunfardo, tarda en asimilar el significado de las expresiones, y pierde la sorpresa de lo instantáneo y su emoción, y este es un poema escrito para golpearte. Espero que los argentinos sepan perdonarme, es por una buena causa.
Se la encontró en un bar y en otros brazos…
Sin embargo sereno y sin cabrearse
le dijo a aquel moscón: “Puede largarse,
el hombre no es culpable en estos casos.
Al quedarse ya solo con la nena
pidió las zapatillas y ya listo
le dijo, cual si nada hubiera visto:
“Tráeme una cervecita, María Elena”.
La chica, amansadita, le hizo caso
y el tío, acabándose ya el vaso,
siguió, comentándole tontadas.
Y luego, besuqueándole la frente,
con gran tranquilidad, amablemente,
le pegó treinta y cuatro puñaladas
Original en lunfardo:
La encontró en el bulín y en otros brazos…
Sin embargo, canchero y sin cabrearse,
le dijo al gavilán: “Puede rajarse;
el hombre no es culpable en estos casos.”
Y al encontarse solo con la mina,
pidió las zapatillas y ya listo,
le dijo cual si nada hubiera visto:
“Cebame un par de mates, Catalina.”
La mina, jaboneada, le hizo caso
y el varón, saboreándose un buen faso,
la siguió chamuyando de pavadas…
Y luego, besuqueándole la frente,
con gran tranquilidad, amablemente,
le fajó treinta y cuatro puñaladas.