Loqueros… relojeros – León Felipe
El sapo iscariote y ladrón
en la silla del juez,
repartiendo castigos y premios
¡en nombre de Cristo,
con la efigie de Cristo
prendida en el pecho!…
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El sapo iscariote y ladrón
en la silla del juez,
repartiendo castigos y premios
¡en nombre de Cristo,
con la efigie de Cristo
prendida en el pecho!…
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Muy villano sería y muy torpe payés
si de la mujer noble hablase de través,
pues en mujer lozana, placentera y cortés
reside el bien del mundo y todo placer es…
Tú que me miras, mírame hasta el fondo.
Tú que me sabes, sábeme.
Porque falta muy poco, porque el tiempo
arrecia vendavales…
Oh, quién fuese la hortelana
de aquestas viciosas flores,
por prender cada mañana
al partir a tus amores….
Dos hablan dentro muy quedo;
Rosa, que a espiar comienza,
oye lo que le da miedo,
ve lo que le da vergüenza.
…
Las flores del romero,
niña Isabel,
hoy son flores azules,
mañana serán de miel.
Como lomos oscuros de un rebaño de potros
se aproximan las olas, desplomándose
con este rumor sordo pero lírico
que Homero fue el primero en escuchar.
«Hola, hidalgos y escuderos
de mi alcurnia y mi blasón,
mirad, como bien nacidos,
de mi sangre y casa en pro.
…
¡Qué gran víspera el mundo!
No había nada hecho.
Ni materia, ni números,
ni astros, ni siglos,… nada.
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