Cuando baña mi lecho luz de luna – Alfred Tennyson
Cuando baña mi lecho luz de luna,
bien sé que en el lugar de tu reposo,
junto al agua anchurosa de poniente,
derrámase una gloria en las murallas:
…
Cuando baña mi lecho luz de luna,
bien sé que en el lugar de tu reposo,
junto al agua anchurosa de poniente,
derrámase una gloria en las murallas:
…
Libro completo. Contiene los poemas:
I – El viajero
II – «He andado muchos caminos»
III – «La plaza y los naranjos encendidos»
IV – En el entierro de un amigo
V – Recuerdo infantil
VI – «Fue una clara tarde, triste y soñolienta»
VII – «El limonero lánguido suspende»
VIII – Yo escucho los cantos
IX – Orillas del Duero
X – «A la desierta plaza»
XI – «Yo voy soñando caminos»
XII – «Amada, el aura dice»
XIII – «Hacia un ocaso radiante»
XIV – Cante hondo
XV – «La calle en sombra. Ocultan los altos caserones»
XVI – «Siempre fugitiva y siempre»
XVII – Horizonte
XVIII – El poeta
XIX – «¡Verdes jardinillos!»
Música de fondo: Little Drunk, Quiet Floats, de Puddle of Infinity
Y tú ¿quién eres de la noche errante
aparición que pasas silenciosa
cruzando los espacios ondulante
tras los vapores de la nube acuosa?
…
La muerte despiadada no hace excepciones: uno
por uno nos recoge del suelo en que vagamos
como hormigones negros -cuando menos pensamos
pero en nada pensamos- cuando nos llega el turno
…
Tu cuerpo está a mi lado
Fácil, dulce, callado.
Tu cabeza en mi pecho se arrepiente
Con los ojos cerrados
Y yo te miro y fumo
…
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
…
Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
…
Con pie de pluma recorrí tu esfera,
Mundo gracioso del esparcimiento;
Y no fue raro que jugara el viento
Con la mentira de mi primavera.
…
Lento, amargo animal
Que soy, que he sido,
Amargo desde el nudo de polvo y agua y viento
Que en la primera generación del hombre pedía a Dios.
…
Ya solo en mi corazón
desiertamente he quedado;
el alma es como una nieve
extendida sobre el campo…