Destino – Miguel Labordeta
Lo sabéis amigos
no volveremos más.
La virtud de la lluvia
se aniquila en los soles
Lo sabéis amigos
no volveremos más.
La virtud de la lluvia
se aniquila en los soles
Señor
heme aquí despoblado surgiendo entre los pájaros.
Ya ha sonado la hora en las quietas aguas de mi centro
mas yo permanezco abierto a la espesa influencia
A mi muerte,
que nadie toque mis cosas,
que se queden como están para cuando vuelva,
como yo las he dejado
Lo juro por el arco de sus cejas,
por su graciosa unión, por los arpones
con que su hechizo en derredor esparce;
Que venga la voz del río
a contarme lo que quiere,
que yo, mientras él me muere,
le voy a cantar lo mío.
A veces te llamo suelo,
porque eres el lugar donde siempre me dejo la piel y me rompo los dientes.
Te llamo cielo, aunque no me gusta,
porque eres esa cometa que despliega mis ganas de volarte
Esa boca después, esa burbuja
de una sangre que hoy hierve alborotada…
Esos ojos después, esa mirada
que ha incendiado al clavel, y lo dibuja…
Mi pena es mu mala,
porque es una pena que yo no quisiera
que se me quitara…-
Si, yo te asesiné estúpidamente. Me molestaba tu zumbido
mientras escribía un hermoso, un dulce soneto de amor.
Y era un consonante en -úcar, para rimar con azúcar,
lo que me faltaba.
Mais, qui dira les torts de la rime?
¡Qué bien estaba yo en el siglo trece
cuando ni sombra ni proyecto de hombre
en la mente de Dios, era mi sangre!
¡Oh la nada perfecta! …
Un niño provinciano, de familia modesta
Aulas del Instituto, charlas del profesor
Los jueves un mal cine y los días de fiesta
Banda del Regimiento en la Plaza Mayor…
El sapo iscariote y ladrón
en la silla del juez,
repartiendo castigos y premios
¡en nombre de Cristo,
con la efigie de Cristo
prendida en el pecho!…
…