A la plaza que un césped dibuja, ralo y pobre,
y donde todo está correcto, flores, árboles,
los burgueses jadeantes, que ahogan los calores,
traen todos los jueves, de noche, su estulticia.
Muchacha – Javier de Bengoechea
Esa boca después, esa burbuja
de una sangre que hoy hierve alborotada…
Esos ojos después, esa mirada
que ha incendiado al clavel, y lo dibuja…
La luz sumisa – José Gorostiza
Alarga el día en matinal hilera
tibias manchas de sol por la ciudad.
Se adivina casi la primavera,
como si descendiera
en lentas ráfagas de claridad.
Hora morada – Juana de Ibarbourou
¿Qué azul me queda?
¿En qué oro y en qué rosa me detengo,
qué dicha se hace miel entre mi boca
o qué río me canta frente al pecho?
Implacable – Juana de Ibarbourou
Y te di el olor
de todas mis dalias y nardos en flor.
Hotel – Luis Alberto Ambroggio
Retornos – Pere Gimferrer
Soledades – Piedad Bonnett
Nada poético – Tomás Galindo
La toná de la fragua – Manuel Machado
Mi pena es mu mala,
porque es una pena que yo no quisiera
que se me quitara…-