Aunque no suene muy poético decirlo así, siempre he pensado que la poesía es emoción en conserva. Este año me he emocionado, pensado, reído y llorado abriendo las latitas de conserva con vuestras palabras. No solo de las vuestras, pero llego tarde para dar las gracias al señor Pessoa, a don Francisco de Quevedo, a don Claudio Rodríguez o doña Gloria Fuertes. Quiero agradeceros la emoción que me habéis regalado y que por gusto y diversión me he permitido repartir urbi et orbi vía Youtube. Gracias por dejarme leeros y deciros.