Al Ingeniero de Caminos, el célebre escritor D. José de Echegaray, su admirador y amigo.
I
Habiéndome robado el albedrío
Un amor tan infausto como mío,
Ya recobrados la quietud y el seso,
Volvía de París en tren expreso;
Poesía recitada
Al Ingeniero de Caminos, el célebre escritor D. José de Echegaray, su admirador y amigo.
I
Habiéndome robado el albedrío
Un amor tan infausto como mío,
Ya recobrados la quietud y el seso,
Volvía de París en tren expreso;