Author: rapsoda
Devestido – Jorge Debravo
La noche, deseosa, apenumbrada,
te quitó sin pensar las zapatillas…
y por sentirse blanca y alumbrada
desnudó blancamente tus rodillas.
….
Oda al caldillo de congrio – Pablo Neruda
EN el mar
tormentoso
de Chile
vive el rosado congrio,
gigante anguila
de nevada carne.
Y en las ollas
chilenas,
en la costa,
nació el caldillo…
Elegía II – Mirta Aguirre
Yo me acostumbro, amor, yo me acostumbro.
Yo me acostumbro a estar sin ti. ¿Lo entiendes?
Quiere decir, amor, que no amanece;
quiere decir que aprendo a abrir los ojos sin tu beso,…
Que cuántos años tengo – José Saramago
¿Qué cuantos años tengo?
¡Qué importa eso! ¡Tengo la edad que quiero y siento!
La edad en que puedo:
Gritar sin miedo lo que pienso
Carta a mis amigos pintores – Alejandro Aura
Iba por las calles viendo el esplendoroso andar de las mujeres bellas,
compungido por mi azarosa consistencia de venado;
a través de la campana de humo, que tarde o temprano
tañerá por nuestra retirada, hendía el prepotente sol…
Necesidad de la máquina de calcular – Aldo Pellegrini
Los búhos de cráneo transparente
todas las mañanas engendran el mismo paisaje en
sus ojos
de allí parten las sonámbulas vestidas de frío
para descender las desnudas escalas barométricas
…
Elegía X – Ricardo Molina
En las tardes de mayo cuando el aire brillaba
con un azul radiante y en las olas del musgo
se mecía la blanca flor de la sanguinaria,
te amaba casi más que a nadie en este mundo.
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