Romance de barco y junco – Óscar Castro –
El junco de la ribera
y el doble junco del agua,
en el país de un estanque
donde el día se mojaba,
donde volaban inversas,
Palomas de inversas alas.
…
El junco de la ribera
y el doble junco del agua,
en el país de un estanque
donde el día se mojaba,
donde volaban inversas,
Palomas de inversas alas.
…
Y porque estamos solos empezamos un verso.
Porque sentimos frío acercamos las manos
al calor de unos seres imposibles y bellos
que nos prestan sus ojos para observar el mundo.
…
(Estudio de escritor. Mesa de gran tamaño. Estanterías llenas de libros.
Puerta al fondo entreabierta. El personaje camina de un lado a otro del escenario.)
Que alguien recomponga los jarrones
rebosantes de rosas.
Necesito más luz
sobre el brazo desnudo que ahora escribe.
Los libros, que se vean desde todos los ángulos.
…
Mientras haya
alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño,
otra mañana que empieza.
Mar con olas trajineras
—mientras haya—
…
Cuando tu cuerpo es nieve
Perdida en un olvido deshelado,
Y el aire no se atreve
A moverse por miedo a lo olvidado;
Y el mar, cuando se mueve
…
Alto soy de mirar a las palmeras,
rudo de convivir con las montañas…
Yo me vi bajo y blando en las aceras
de una ciudad espléndida de arañas.
Difíciles barrancos de escaleras,
calladas cataratas de ascensores,
¡qué impresión de vacío!,
…
Tántalo en fugitiva fuente de oro.
Quevedo
Cuerpo de la mujer, río de oro
Donde, hundidos los brazos, recibimos
Un relámpago azul, unos racimos
De luz rasgada en un frondor de oro.
…
Vuelvo a ti, soledad, agua vacía,
Agua de mis imágenes, tan muerta,
Nube de mis palabras, tan desierta,
Noche de la indecible poesía.
…
Imagen alta y tierna del consuelo,
aurora de mis mares de tristeza,
lis de paz con olores de pureza,
¡premio divino de mi largo duelo!
…
Colombina, ¿Qué se hicieron
tus risas de cascabel?
¡Ah!, Desde que se perdieron
lo saben quienes te oyeron
quedó inconcluso, un rondel
…
La mesa estaba alegre como nunca.
Bebíamos el té: mamá reía
recordando, entre otros,
no se qué antiguo chisme de familia,
una de nuestras primas comentaba
…
Como ya en el barrio corrió la noticia,
algunos vecinos llegan consternados,
diciendo en voz baja toda la injusticia
que amarga la suerte de los desdichados
…
Has vuelto, organillo. En la acera
hay risas. Has vuelto llorón y cansado
como antes.
El ciego te espera
las más de las noches sentado
a la puerta. Calla y escucha….
A todas las evoco. Pensativas,
cual si tuvieran almas, yo las veo
pasar, como teorías que viniesen
en las estancias líricas de un verso.
…
¿No te da tristeza? Bueno,
a mí no sé qué me da
¡Se van los viejos! Los pobres
poquito a poco se van.
…
Cuando escucho el rojo violín de tu risa,
en el que olvidados acordes evocas,
un cálido vino licor de bohemia
me llena el cerebro de músicas locas.
…